Distancia,

La distancia es una mierda, sobretodo en la adolescencia..

martes, 29 de noviembre de 2011

La pregunta.

Ania, salió de su casa. Fue corriendo a casa de Pere. Donde estaban Aetiss y él. No podía creer-selo. Su propio novio. Ironías de la vida. Estaba indignada. Puto machista. La sociedad siempre igual. Intentaba no pensar en la traición. Supongamos que siempre fuera así. La mayoría de veces siempre cortan los chicos, y piden ellos. Pero no podemos estar toda la vida de esa manera. Las mujeres también podemos tomar decisiones. Podemos hacer cosas, que los demás no pueden. Y podemos hacer lo mismo que ellos. Seguía la calle de la heladería. Le da miedo. Le recordaba a aquella noche donde la secuestraron. Donde su propio novio la mando a violar. Le recorrió un escalofrío horrible por todo el cuerpo. Ya estaba en casa de Pere. Picó al timbre. Al Primero tercera. Le abrió. Subió las escaleras. Tan rápido como sus heridas le dejaban ir. No podía correr mucho. Le escocia todo. Le abrieron la puerta.
-¡Ania! – chilló
-Hola Aetiss, tengo una pregunta que haceros a los dos.
-Dinos- dijeron a la vez.
-¿Vosotros sabíais que Raúl había dado las coordenadas a los violadores?
-¿Que dices? ¡Cabrón!
-Ya ves… Me voy a vengar.
- No hagas nada, se equivocó.
-Pero su equivocación me ha dejado secuelas, y no me voy a quedar de brazos cruzados. – dijo Ania intentando convencer a Pere.
-Ania, amiga, cuñada, deja-lo, él, no sabe lo que tenía, ha intentado arreglarlo y no ha podido, a causa de eso, va en silla de ruedas y estuvo nueve días en el hospital. – dijo segurísimo de convencer-la a ella.
-Tiene razón Tata, él ya ha sufrido…
-Tenéis razón, lo siento… Voy a ver-le.
-Está bien Ania. Nosotros nos quedamos aquí un rato.
-Luego venir.
-Vale, tranquila. Iremos.
Ania salió de casa de Pere. Ellos se quedaron en la habitación. Pere se tumbó en la cama.
-Aetiss, cariño, ven.
-Estoy aquí mi vida. – dijo con un tono vergonzoso.
-Ya, pero aquí. Conmigo. A mi lado. Cerca. Para sentir-te.
-¿Quieres que me ponga contigo?
-Si…- dijo quitando-se la camiseta.
Aetiss empezó a caminar desde la puerta hacia la cama. Se topó con el colchón. Se quitó las zapatillas para subir-se a la cama. Continuó gateando hasta llegar a Pere. Iba subiendo cada vez más. Empezó besando-le los abdominales y subía. Los labios de Aetiss recorrían todo el cuerpo de él. Pere cogió a Aetiss por el cuello. Empezó a besarla sin freno.

domingo, 27 de noviembre de 2011

La verdad.

    Por fin. Han pasado nueve días. Raúl ya puede volver a casa. Pero entre todos han decidido que irá a vivir con Anastasia, al menos de momento. Nada más salir por la puerta del hospital, un grupo de periodistas los rodea. Les hacen mil preguntas. << ¿Qué? ¿Por qué? ¿Quién? ¿Cuándo? >> no responden. La pareja sigue recto, ignorando las cámaras. Raúl va en silla de ruedas, porque tiene una sonda en el brazo que le inyecta suero cada cierto tiempo. Ania empuja el vehículo decidida. Suben en el ascensor del bloque de la chica. Entran en casa. Raúl se tumba en la cama. Anastasia se sienta a su lado, con cara de preocupación.
-         ¿Por qué lo hiciste? Debiste dejarme en esa caseta infectada- dice mirando al suelo.
-         No podía. Avisé a Aetiss y a Pere, pero por mucho que buscaban, no te encontraban. No podía vivir sabiendo que te estaban haciendo daño.
-         Oye, ¿y tú cómo sabías que me pasaba algo?
Raúl se quedó callado. Apartó la vista y se puso rojo. Se le humedecieron los ojos. Ania lo entendió todo.
-         N-no. Tú no. ¡Tú no! ¡Cabrón! ¡Fuiste tú! ¡Por tu culpa tengo todo esto!- gritó la chica enseñando sus cicatrices.
-         No cariño, no. Yo no fui. Fue el cabezabuque ese, lo viste- tartamudeó el lesionado.
-         ¡Pero tú les dijiste dónde encontrarme! ¿Qué pasa? ¿No soportas que la que corte la relación haya sido la chica? ¡Machista de mierda! Te juro…te juro que me vengaré. No sé cómo, pero no será agradable.
Y con estas palabras, Anastasia se fue. 

viernes, 4 de noviembre de 2011

Un alfiler.


Entran. Raúl está vendado por el cuello y tiene un montón de sondas por los brazos y el abdomen. Sonríe al ver a sus amigos. Ania se deshace en lágrimas. Se abalanza sobre él, le besa. Le acaricia, le abraza. Pere la agarra. Aetiss hace que se separe de su chico.
- No me hace daño- susurra Raúl-, me gusta que me abrace.
- Joder, y todo esto es culpa mía- se reivindica Anastasia.
- No digas tonterías- la riñe su amiga.
Entra el médico. Les da por fin la noticia que todos esperaban. Raúl saldrá del hospital en 9 días. Mientras, uno de ellos puede pasar la noche en el hospital velando su estancia y ayudando a las enfermeras. Deciden que será Ania quien le cuide.

Miguel no está contento con lo que le ha pasado a su hermano. Busca venganza. Y no parará hasta encontrarla. Una noche, coge la moto y se va a la caseta de S’Illot. Entra despacio. Coge un palo de hierro y atiza al primero que ve. Empieza el festival. Es él contra cinco hombres que le doblan el tamaño. Pero su furia y su odio son mayores que cualquier miedo que puedan infundirle. Gira sobre sí mismo y le propina una patada en el estómago al que le ataca por la espalda. Lo tumba. Uno le agarra del cuello e intenta tirarlo al suelo. No lo permite; se agacha y rota. Le da un puñetazo y le rompe la nariz. Siguiente víctima. Salta contra él y lo agarra entre las piernas. Le estruja el cuello y con un ruido sordo, se lo rompe, dejándolo paralítico. Le falta uno. Coge el palo con decisión. Lo mueve en el aire, pero su oponente se lo agarra al vuelo. Lo aparta a un lado. Miguel queda indefenso. Tiene una idea. Saca de su bolsillo un alfiler. Tiene una única jugada. Hace que su contrincante se acerque a la pared. Cuando lo consigue, salta contra ella, da un giro en el aire y le clava el alfiler en la frente. Muere en el acto. Se acabó. Cinco contra uno, gana el visitante. Esconde los cadáveres en una fosa subterránea para que se pudran rápido, a sabiendas de que los que no están muertos están inválidos y morirán de inanición y de enfermedades. Se ríe. Coge su moto, y se va tranquilamente.

jueves, 3 de noviembre de 2011

En el hospital. ¿Primera vez?


La ambulancia del hospital de Manacor llegó en cuanto pudo. Sus amigos estaban muy preocupados. Primero Ania y luego Raúl. Raúl con la poca fuerza que tenia hablaba con sus amigos, y por supuesto, con su novia, Ania.
-El hombre... me dijo que... te saque de la caseta de s'Illot.
-¿Que?¿Como sabe que fuiste tu? Es imposible- dijo Ania.
-Ya... no me importa estar así por ti, por haberte salvado.
-No te preocupes Ania, Raúl se pondrá bien, cuando lleguemos al hospital le harán unas pruebas y nos dirán lo que le pasa. -dijo Pere, mientras abrazaba a Aetiss, fuerte, sin querer soltarla.
Llegan al hospital. Ponen a Raúl en una camilla. Ania pidió por favor que Aetiss y Pere se fueran a casa. Quería estar sola con él. Ellos insisten. Pero Ania era muy cabezona.


Ania estaba deprimida, eran las 4 de la mañana. Se siente culpable. Aunque sabe que no lo es. Raúl esta haciendo-se las pruebas. Pere y Aetiss se fueron a casa de Pere.
Faltan dos calles para llegar. Aetiss esta cansada. Pere la coge en brazos. Le da un beso para calmarla. Queda media calle, y el beso aun no ha acabado. Aetiss acaricia a Pere. Pere responde. Se la devuelve. Aetiss tiene miedo. No sabe si van a llegar mas allá de los besos, caricias y abrazos. Ella no sabe que hacer. Así que decide no decir nada. Llegaron a casa de Pere. Pere abre la puerta. Mira a Aetiss, esta alterada, con ganas de más, ninguno de los dos saben que hacer. Van a la habitación y se ponen el pijama. Hace mucha calor, Aetiss se queda en sujetador y pantalones cortos, y Pere simplemente en pantalones y sin camiseta.
Aetiss se tumba. En la cama. Boca abajo. Cierra los ojos. Pere esta debajo de ella. Le besa. Aetiss esta decidida.
-Que vamos a hacer?- dijo entrecortada por los besos.
-No lo se, dejémonos llevar...-dijo Pere.
Aetiss asiente. Los dos tienen miedo, pero van a cumplir 16 dentro de pocos meses. Se desean no ven ningún problema.
Se besan. Se acarician. Pere le besa el cuello, con mucho deseo. Se tienen muchísimas ganas. Pere baja la mano del cuello de ella y le acaricia, suavemente, tiene cosquillas, pero no se ríe, tiene la boca ocupada.
Aetiss no esta preparada para llegar a hacer el amor todavía. Pere para. Se sientan.
-Lo siento, no estoy preparada del todo, tengo miedo...
-No pasa nada cariño, yo te espero, tranquila...
-¿Enserio amor?
-Claro que si, voy a pasar el resto de mi vida contigo.
-Por supuesto, pero... no se, se te veía tan entregado...
-Ya, pero amor, si no, pues no, ¿vale? No te preocupes.
-Esta bien. ¿Podemos besarnos no?
-¿Hace falta que te conteste?
Rápidamente la volvió a besar. Son las 6 de la mañana y deciden irse a dormir, pero antes, llaman a Ania.
-¿Ania cariño estas bien?- Preguntó Aetiss.
-Sí, Raúl aún esta haciendo-se las pruebas, no me han dado ninguna noticia, pero si una manta y un café.
-Uf, a las 8 mas o menos estaremos allí ¿vale?
-Vale, luego me iré a duchar y esas cosas...
-Esta bien amor, hasta luego, te queremos cosita.
Pere y Aetiss se visten, han dormido una hora. Van a desayunar. Pere coge magdalenas del armario. Aetiss la leche de la nevera y el Nesquik del armario.
Ve una nota que pone ”Si em dius vine, ho deixo tot, però digue'm vine.“, le recuerda a aquel libro que se leyó cuando aún estaban en la distancia. Era una época dura para ellos. Lloraron mucho. Rieron aún más. Alguna que otra discusión pequeña, pero que dolían mucho. Por tonterías, los dos lloraban. Pero el amor puede con todo.

Ania esta en la sala de espera. Son las 7:30 de la mañana, y aún no le han dicho nada. Esta esperando alguna noticia. Se repente viene Judith, la hermana de Ania, y Miguel, su novio. Ania le había enviado un mensaje para que vinieran. Raramente, Miguel, es hermano de Raúl, y están muy preocupados.
-Tata, ¿estas bien?
-Si, bonita gracias por venir a los dos.
-He llamado a Aetiss, ya vienen.
-He hablado antes con ellos, gracias igualmente.
Aetiss y Pere llegan. Como había dicho Judith. Saludaron a todos con un abrazo. El medico irrumpe la sala.
-¿Familiares de Raúl?
-¡Nosotros!- dijeron todos a la vez.


lunes, 31 de octubre de 2011

Otra vida más.


Ania se ha dormido. Raúl no puede. Contempla a la chica con tristeza. Roza sus heridas con la punta de sus dedos. Anastasia se queja. El muchacho se culpa. Nunca debería haberla dejado sola. Pero al menos la había encontrado. Ahora, temía por su vida. Si nadie los había visto no corría peligro, pero como encontraran pruebas, el tiempo lo tenía contado. Sin embargo, por amor se hacen grandes locuras, y él quería a Anastasia, por encima de todo.
Se levanta, dejando a sus tres amigos durmiendo. Se viste y sale a dar una vuelta en el fresco de la noche. Está desierta. Cruza la calle. De repente, un coche. A doscientos por hora. Lo arrolla sin piedad. Raúl salta por los aires. Da con sus huesos en el suelo con un golpe seco. El coche derrapa. Sale alguien de su interior. Se agacha al lado del muchacho. Le pone un cuchillo en la yugular.
- Fuiste tú- dice el hombre con una voz que rebosa odio.
- ¿Yo? ¿El qué?- tartamudea Raúl.
- Tú te la llevaste, ahora lo pagarás.
Le clava el arma en el cuello, dejando al pobre chico sin respiración. Se levanta y se mete en el coche. Se va.
Raúl coge su móvil a duras penas, y llama a Ania. Esta se despierta. Coge el teléfono.
- ¿Dónde estás?- pregunta preocupada.
- En-en la calle. Ayúdame Anastasia, por favor…- dice con voz ahogada
Anastasia se levanta de golpe y se viste. Despierta a sus amigos a patadas y salen los tres a la calle. Lo buscan por todas partes. Corren de aquí para allá, hasta que de repente…
- ¡Raúúúúúúúúúúúúúúúúúúúl!
Ania se va corriendo a la acera de enfrente. Raúl está tumbado boca abajo, rodeado de un charco de sangre. La muchacha llora, se abraza a él.
- ¡Rápido! ¡Llamad a una ambulancia!- les dice a sus amigos.
Minutos más tarde, llega. Se van al hospital, e ingresan al herido.

domingo, 30 de octubre de 2011

Mentiras?, menos mal que son buenas.


-¡Aetiss!- empezó a llorar.
Estan los cuatro juntos. Ania y Raúl tienen una buena noticia. Bueno, dos.
-Aetiss, Pere, tenemos algo que contaros- dijeron entre los dos.
-Decir- dijo la pareja`.
-Pues para mpezar, Raúl ha sido quien me ha encontrado, según él, estaba en la playa de s'Illot, en una cala de esas, hay una caseta... Y la segunda es que volvemos a estar juntos.
-¿No jodas, si? Joder, me alegro mucho peques, pero...Raúl, cuidala, protegela,quierela, y no le hagas daño.
-Eso, eso- añadió Pere.- tio sabes que somos mejores amigos y que te quiero como a un hermano, pero te pasaste.
-No hice nada, le mentí, me raé, pensaba que no la queria, intenté olvidarla, no pude, la amo, es mi vida, mi todo, nunca he podido vivir sin ella.
-que bonitos dios....- dijo Aetiss.
-Que*
Estubieron hablando un buen rato. Ania dió todos los detalles de su violación, Raúl, tenia una cara enfadada, Aetiss lloraba, y Pere le abrazaba.
Era de noche sobre las dos de la mañana. Queiren jugar, al juego de la botella. Pero las parejas se respetan, no habra retos que no sean con sus respecitvas parejas.

Aetis tira la botella, esta gira. Le toca a Raúl.
-Raúl es a la cocina coge nata y se la pones a ania, tienes que quitarsela.
-Vale, voy- Fué ala nevera y volvió con la nata.
-Aetiss.. me duele todo no me apetece...-
-Te entiendo cosita, daros un beso y ya esta si quereis, que quiero veros.
Se besan, el segundo beso despues de volver.
La botella vuelve a girar, esta vez la gira Ania, decide poner un reto a Pere, Aetiss tiene que estar a un mm de su boca y no pueden besarse en 25 segundos, si no se besan, mañana deciden donde quedan para comer.
Pere acepta. Se acercan, parece que se vayan a besar, pero no pueden. Tienen muchas ganas, pero si lo hacen pierden. 10 segundos para poder hacerlo. 5 segundos,3,2,1.
Se besan, han ganado, mañana elegiran.
Y asi durante media hora.
Son las 4 de la mañana. Se van a dormir. Por sacos. Como la noche de la pelicula. Ania duerme con miedo, se abraza fuerte a Raúl. Y Aetiss aunque no tenga miedo, usa a Pere como almohada, puesto que el Real Madrid, marcó un gol contra el Futbol Club Barcelona.

sábado, 29 de octubre de 2011

El amor puede al orgullo.


Ya era la quinta vez. La quinta violación en dos semanas. Anastasia esperaba cada noche su tortura. A veces llegaba, a veces no. Puede que uno solo, o varios a la vez. Su virginidad quedaba muy lejana, y la tristeza que la inundaba se reflejaba en su mirada cansada y perdida. Las heridas seguían doliendo, pero eran más profundas las llagas abiertas en su interior, que sangraban día y noche. Su agresor le había prohibido ir en ropa interior, así que mostraba su cuerpo desnudo ante cualquiera que entrara en la habitación.

Un ruido. Anastasia no se asusta, pero se encoge. Llora un poco. Sabe lo que significa. Se incorpora. Espera tranquila. Una figura aparece por la puerta. No es él, pero no sabe reconocerlo. Lleva puesta una capucha, y en la noche no puede ver su rostro. El personaje se lleva el dedo índice a la boca, haciéndole entender que no debe hacer ruido. Se acerca a ella. Sigue siendo hermosa, a pesar de todo. La coge en brazos. Ella se estremece. Ha adelgazado, y a él no le supone un gran esfuerzo levantarla. De repente, los ojos verdes de Ania se abren. Reconoce ese olor. Se agarra a su cuello. Intenta escrutar su rostro, pero está bien escondido. Se van en silencio. Salen a la calle. Por fin, él le deja su sudadera. Ella se la pone, muerta de frío. Y a la luz de la luna, lo reconoce. La muchacha ahoga un grito de sorpresa.

No se lo puede creer. Ha venido a buscarla. Él. No sabe qué hacer. Quiere abrazarlo, besarlo, pero el orgullo es mayor. Simplemente pregunta:
- ¿Por qué?
- Nunca he podido olvidarte. Te mentí. Jamás hubo otra. Tenía miedo, nada más. Lo siento.
Y la besa. Despacio. No la toca. Le merece un respeto. Ella le corresponde. Tiembla. Llora. Se emociona por primera vez. Se separan. Se van cogidos de la mano. Van a la casa de ella. Se ducha. Se viste. Se prepara para ir a ver a Aetiss y a Pere.
Aetiss vive sin ilusión. Llevan mucho tiempo buscando a su amiga, y ésta no aparece. Está tumbada en la cama. De repente, Pere irrumpe en la sala, jadeando.
- Amor, ¿qué pasa?- pregunta poniéndose en pie.
- Vamos a mi casa, tengo una sorpresa- responde el muchacho con una sonrisa.
Corren y corren hasta llegar a casa de Pere. Aetiss entra en el salón con los ojos tapados por su novio.
- ¡Déjame ver!
Pere la obedece. Cuando la chica abre los ojos, grita.
- ¡Aniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Y se abrazan.

miércoles, 19 de octubre de 2011

La noche, y sus mil secretos..



Era de noche. Aetiss corría y corría. Pere a su lado, claro. Están buscando a su amiga. No puede ser. ¿Quién? ¿Por qué? ¿Cómo? Se repetían una y otra vez a sí mismos. Aetiss llora. Pere le mira.
-Cariño, no llores más, la encontraremos - dijo queriéndole sacar una sonrisa.
-Mi mejor amiga desaparecida, y solo llevo aquí 4 días... Doy mala suerte – dijo cogiéndole la mano a Pere.
-¡No das mala suerte! Todo pasa por algo. ¡Pero te aseguro que la encontraremos!
-Eso espero mi amor...- dijo muy preocupada.

Pere decide llamar a Raúl. Tenía que saberlo. No le contesta. Algo muy raro en Raúl. Siempre tiene el móvil en la mano.
Pere y Aetiss se van a casa. Se preparan algo para cenar...

[En ese momento, en otro lugar...]

Ania esta allí. En ropa interior. Con un hombre de negro en frente. Tiene heridas. Le escuecen. El hombre se acerca lentamente a Ania. Esta se tapa como puede. Tiene miedo, mucho miedo. El hombre tiene en las manos unas esposas. Ania se acerca a la pared para alejarse de él. No puede seguir. Ya ha tocado la pared.

-¿Qué me vas ha hacer?
-Lo que nunca nadie te ha hecho...

El hombre le arranca la ropa. La tira al suelo. Esta frío. Él también se la quita. Esta dispuesto a violarla. Se tumba encima. Le toca los brazos. Se centra. El hombre sigue. Primero los pechos. Ania esta inconsciente. Tiene la mirada perdida. No sabe como reaccionar, no puede, esta atada de brazos y piernas. En el suelo. Finalmente, el hombre le hace de todo. Le toca y se hace tocar. Es algo espeluznante. Ania tiene heridas por todos lados, en todos los sitios, en todas las partes de su cuerpo, todas. El individuo de negro coge un limo, y se lo echa por todas las heridas. Ania se estremece. Le duele. Mucho.

Aetiss está en el sofá. Pere le acaricia. Le aparta un mechón de pelo de la cara. Le mira. Sus ojos verdes le miran también. Se acerca. Aetiss se sienta en su regazo, esta temblando. Pone las manos alrededor de su cuello. Se besan. Aetiss le coge de la cara. Se quita. Hace que se levante. Se tumba. Pere se pone encima. Va sin camiseta. Aetiss decide quitársela también. Se la quita. Se queda en sujetador, uno rojo muy bonito. Un beso lleno de pasión llega. Hay fuego. Se acarician. Se desean. No están seguros de ir mas allá de los besos, está bien. Pero aun así se besan. Se acarician. Aetiss se levanta y va a por algo a la cocina. Es chocolate. Desecho. Quiere jugar. Se pone un poco en los labios. Pere se lo quita a besos. Ahora él se pone en el cuello. Aetiss se lo quita con la lengua. Dulces. Dulces besos.
Habían estado esperando mucho tiempo para este momento. Había mucho dolor en la espera, pero lo bueno, se hace esperar. Hay amor, muchísimo amor en el aire...

Deciden poner una película, de esas románticas en las que siempre acabas llorando, de esas que siempre has querido que tu vida fuera como una de esas. Pero esta historia, es mucho mejor que una simple película, es una realidad.
Escogen “3 metros sobre el cielo”. Es antigua. No tiene final feliz. Pero da igual. Es romántica igual. A ellos les encanta. La película acaba diciendo... “Todo empezó antes, mucho antes.” Les recuerda a ellos. Ellos también empezaron antes. Justamente desde muy pequeños. Todo es precioso. Acaba la película. Son las 3:31 de la mañana. No quieren dormir, pero se van a la cama. Tienen una cámara y un espejo delante. Así que empiezan a saltar. Ponen la cámara con temporizador y se hacen 257 fotos haciendo el tonto. Claro, los tontos hacen tonterías.

En una de estas fotos Aetiss salta encima de Pere, este la coge, pero se caen en la cama. Están en una posición peligrosa... La mano de Pere se quedó cerca del pecho de Aetiss, muy cerca. Pero él respeta a su chica. No hará nunca nada que ella no quiera. Aun así Aetiss no se queja. Está feliz. Siente los latidos de él. Van muy rápido. Los de ella también. Aetiss baja las manos un poco mas abajo de la espalda de Pere. Este al notarlo la besa sin freno. Pasión. Fuego. Amor.

sábado, 15 de octubre de 2011

Agresiones y algo más.




Se despierta. Aturdida. Con mucho dolor de cabeza. Mira en derredor. De repente, recuerda todo lo de la noche anterior. Pasos, manos, golpes. Se ve en ropa interior. Se asusta. Está fuertemente atada de pies y manos. Tiene la boca tapada. Está sobre una camilla con ruedas, tumbada bocarriba.
- Hola Anastasia.
- Hmmm- responde ella.
- ¿Tienes frío? Dejarás de tenerlo en breves- dice su verdugo apareciendo desde una esquina.- He sido paciente y he esperado hasta que te despertaras para jugar contigo. Merezco una recompensa- sonríe.
Anastasia empieza a dar tirones cuando ve un arma blanca salir del costado derecho del hombre. Consigue mover la camilla, pero el dolor en las muñecas es insoportable. El secuestrador se ríe. Se acerca a ella y coloca su mano en el vientre de Ania. La toca. Ella se retuerce. Está roja de rabia y de frustración. Pero no llora. Esta vez no. Él sigue con su juego. La palpa con las dos manos. Primero los pechos. Luego va bajando. La chica no lo va a permitir. Consigue quitarse la tela que le obstruye la boca y le escupe.
- ¡Zorra! ¡Te vas a enterar, maldita criatura!
Coloca el cuchillo en el brazo de la muchacha, y decisivamente, corta. Ania grita. Su agresor vuelve a hacerlo. Sigue cortando en piernas, brazos y vientre, hasta ver a Anastasia completamente cubierta de sangre. Pero ésta hace rato que se desmayó del dolor.
Un chorro de agua la despierta. Está desnuda, esta vez sí, debajo de una ducha congelada que arrastra los restos de maldad que ese hombre ha dejado en su piel. Se frota para sacar las impurezas. Encuentra una toalla, así que la usa. Le escuece todo el cuerpo. Se pone su ropa interior y sale del “baño”. Nada más hacerlo, alguien la empuja y vuelve a atarle las manos. La estampa contra la pared.
- Vas a pasar una noche inolvidable- masculla entre dientes.




Ni pelos, ni caspa, ni huellas. Nada. La policía es incapaz de encontrar ni una pista acerca del propietario de la carta. Aetiss llora. Quién sabe qué le estará pasando a su amiga.
- ¿Y no podéis hacer nada?
- Lo siento- responde el segurata.
Vuelven a casa abatidos. Aetiss se recompone.
- Esto no se ha acabado Pere. Yo la buscaré.
Y decidida, sale a la calle y se dirige al estudio de televisión más cercano.
- Señores- anuncia- tengo una exclusiva para ustedes.
Todos miran a la chica pelirroja que acaba de entrar.                                                                                                                                                                                                             - Se trata de un secuestro. Quiero que lo anuncien por todas partes, a todas horas, hasta que la encontremos.

jueves, 13 de octubre de 2011

Una mala noticia.


Pere y Aetiss se van a su casa. Entran. Se preparan algo para cenar. Pizza. De atún y bacón. El sabor favorito de Aetiss. Se sientan en el sofá. Aetiss recuerda una frase que le dijo Pere hace unas horas. “Cuando vengamos del cine te enseño una cosa”. Se lo recuerda. Y Pere se levanta hacia la habitación. Coge una venda. Le tapa los ojos. Le susurra al odio… “Eres y siempre serás la propietaria”. Aetiss se espera. Pere va a la salita. En un cajón. Tiene un colgante. Va con Aetiss. Se lo pone. Aetiss abre los ojos. Ve un colgante. En forma de corazón. Se puede abrir. Lo abre. Tiene una foto de ellos dos de pequeños a un lado. Y otra de ahora. Es precioso. Le encanta. Se lo guardará toda la vida. Lo llevará siempre. Una mala noticia llega. Le llama la madre de Aetiss. Hablan.
-Aetiss cariño, ¿cómo va todo?- pregunta alegre.
-¡Hola mama!, ¡muy bien gracias!, me acaba de regalar un colgante precioso- dijo mirándole cariñosa.
-Me alegro mucho mi niña. ¿Cómo está mi nuero?
-Muy bien, está muy bien. Le di una muy buena sorpresa jajajaja- dijo echando una carcajada al aire.
-Me alegro tanto… Te recuerdo que te queda un mes allí sola… en agosto vamos todos y nos quedamos hasta el 10 de septiembre.- dijo un poco fastidiada.
-Ya lo sé mama, estamos a principios de julio.
-Bueno os dejo que la Andreita está que se muere de hambre. Os quiero. Besitos.
-Adeu mama, te queremos.
Cuelgan. Aetiss está aún sorprendida del colgante. Pere la mira. Le gusta lo que ve. Una chica muy ilusionada. Enamorada. Encantada por él. La pareja es feliz. Muy feliz. Aetiss no para de mirar el colgante. Aparta la mirada y le mira. A su chico. Al amor de su vida. Es algo espectacular. Es un sueño. Un sueño hecho realidad. Pere se acerca lentamente a su boca. Con ganas. Aetiss le sigue el juego. Se aparta un poco. Se tumba en el sofá. Pere se pone encima. Le acaricia el pelo. Están muy acaramelados. Se besan. Surge demasiada pasión. Están muy juntos.

Se acarician. Es impresionante la de amor que hay en el aire. Se están besando horas y horas. Se quedan así, dormidos. En el sofá. Eran las dos de la mañana cuando ellos se despiertan. Aún no han cenado. Van a por la pizza. Se la calientan un poco. Se la comen. Se quedan pensando en donde estará Ania. Justo en ese momento, alguien tira una piedra a su ventana. La ventana estaba abierta. Por suerte. La piedra tiene un papel liado. Una carta escrita con letras de revistas. Habla de Ania. Esta secuestrada. Los dos amigos se quedan estupefactos. No saben qué hacer. Así que llaman a la policía.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Un secuestro no esperado.


Ahí estaba. Muy guapa. Anastasia estaba cogiendo las entradas. Pere se temía lo peor. Conociéndola, habría escogido la más asquerosa, la que más sangre tuviera.
- He cogido tres entradas para Saw VII. ¿Bien no?- dijo mirando a Aetiss.
- Perfecto Ania, como siempre- respondió esta.
Entran en la sala. Está llenísima. Pere se pega a su chica. Tiene miedo antes incluso de empezar. Comienza el espectáculo. Sangre y gritos por todas partes. La pareja está muy junta. Anastasia está sola en su asiento, con unas ancianas quejitas a su lado, que no paran de hablar. Pone cara de fastidio. Recuerda la noche con Raúl. No quiere admitirlo, pero le echa de menos. Muchísimo. Sus brazos rodeándola, aunque no tuviera miedo. Su olor envolviéndola.
Sus ojos mirándola con ese brillo tan característico suyo. Todo recuerdos rotos. Falsas promesas. Vanas esperanzas.
Se está toda la película pensando en su amor fallido, en quien solía ser su mejor amigo. Se pierde en mil memorias, en sus ojos azules, en su pelo castaño, en su voz acaramelada.
Sin darse cuenta, se encienden las luces de la sala. Salen a la calle. Se despiden y se va cada uno por su lado. Ania va cabizbaja, arrastrando los pies. Una cálida lágrima le resbala por la mejilla. La seca rápidamente. No quiere pensar, y sin embargo, no hace otra cosa. De repente, nota como si alguien la estuviera observando. Está en una calle muy oscura, así que aprieta el paso. Gira la cabeza hacia atrás, pero antes de poder ver quién hay detrás de ella, alguien la agarra y le tapa la boca. Anastasia se retuerce y muerde la mano de su agresor. Consigue zafarse de él. Se va corriendo como alma que lleva el Diablo. Llega a su portal, pero no acierta a meter la llave en la cerradura. Mira en derredor, y ve una figura gruesa acercarse hacia ella con las manos abiertas. Trata por todos los medios de abrir la puerta, pero sus manos tiemblan de miedo.

Finalmente, el hombre le da un golpe en el cuello, y se la lleva sin que nadie la vea.

Recuerdos, preciosos




Anastasia se va a su casa. Al lado de la heladería. Sí. Gira a la izquierda. Y cruza la puerta del portal. Sube a su casa a ducharse. Se ducha. Pone su canción favorita. Acaba de ducharse. Se viste. Se arregla el pelo. Y se queda un rato viendo la televisión.
Pere y Aetiss se fueron a casa de Pere. Aetiss está en la ducha.
Pere entra a la habitación de invitados. Donde se instaló Aetiss. Le deja un bombón en la mesita de noche. Aetiss sale. Va a la habitación. Se cambia. Encuentra el bombón. Debajo hay una nota. La lee.
“Princesa estoy en un lugar especial, ven, te tengo que dar algo”
Va a la terraza. Esta sin camiseta aun. De pie. Con una canción. Su canción. Young killer- Un cuento de hadas. Aetiss está llorando. Esta todo con velitas rojas y rosas. Es precioso. Le coge de la mano. Le agarra de la cintura. Se miran. Quedan 25 minutos para ir a la heladería, pero ellos no tienen prisa.


-Cariño, eres muy especial para mi.- dijo mirándola.
-Tu eres más especial para mí, he estado esperando esto toda mi vida.-dijo acercándose a su boca. Se besan. Se separan. Saltaron chispas.
-Tengo una cosa para ti… no se si recuerdas que de pequeños jugábamos nosotros dos, y que nunca nos separábamos…-dijo cariñoso.

-Claro que me acuerdo.-dijo sonriendo.
-Pues he preparado una cosita, cuando volvamos del cine te la enseño.

martes, 11 de octubre de 2011

Amigos, de verdad.


Pere llega donde sus amigas. Anastasia sigue llorando, pero ya se ha calmado un poco. Él la mira preocupado.
- ¿Qué te pasa Ania?
- Raúl me ha puesto los cuernos- dice con una sonrisa consternada.
Pere no se lo cree. Su mejor amigo ha sido un hijo de puta con Anastasia. Frunce el ceño y le da un abrazo.
- Sé que no soy él, ni quien te gustaría que fuera, pero espero que te valga.
Aetiss los mira. Sonríe. No tiene motivos para estar celosa. Sabe que Pere la quiere, y que Ania no haría nunca nada para hacerle daño.
- ¿Nos vamos?- dice Anastasia separándose de su amigo.
- Por supuesto- responde su amiga.
Se están horas dando vueltas por las tiendas. Le prueban mil cosas al pobre Pere; gorros, camisetas, chalecos… Cuando se cansan, se van a comer un gofre. A Anastasia parece habérsele olvidado su problema. Amigos como esta pareja hay muy pocos, y ella se siente orgullosa de tenerlos a su lado. Aetiss le mancha la nariz de chocolate a Pere. Ambos juegan a picarse. Ania los mira sonriendo. Recuerda sus momentos con Raúl. Pero eso ya es agua pasada. Se une a la pelea. Acaban perdidos de pasta de gofre y de sirope de chocolate.
- ¿Qué os parece si vamos al cine los tres hoy a la noche?
- Por mí perfecto, pero tengo que ir a casa a ducharme- ríe Anastasia.
- Bien, pues dentro de una hora y media quedamos aquí.
- Hasta luego.

domingo, 9 de octubre de 2011

Heladeria, lloros, hijos de puta.


Las dos se encuentran en la heladería. Anastasia está llorando. Aetiss va corriendo en cuanto la ve. No puede soportar verla así. Encima por un chico que le ha sido infiel. Por lo que le cuenta, varias veces. No puede ser. No pensaban que fuera así Raúl.
-Aetiss, te necesito…- dijo llorando Ania.
-No llores. ¡Qué voy y le meto dos ioias eh! –dijo hablando demasiando en serio.
-Nunca me lo esperaba de él joder...
-La verdad es que yo tampoco, tranquila, si te ha hecho eso es porque no te merece, porque eso es de cobardes, además si no te quería como él te ha dicho es un pedazo de gilipollas.
-Pues la verdad es que sí- dijo Ania secándose las lágrimas.
-Pobre de ti que te vea llorar otra vez por él.
- Es que solo me puedo desahogar llorando, y pegándole a un árbol, pero pegando a los arboles me hago daño, y la última vez me deje las manos hechas polvo…
-Está bien, pero no hagas nada más, ni le llames, ni le escribas nada en el muro, ni le hables por MSN, y mucho menos le busques por la ciudad… Prométemelo.
-Vale cari, te lo prometo, es más borrare todo su rastro.- dijo bastante decidida a cumplirlo.
-Más te vale. ¡Venga va acábate el helado de nata anda y vámonos de compras, que seguro que eso te devuelve el ánimo!
-¡Muy bien! Llama a Pere que venga con nosotras, no quiero que vayamos solas por favor…
- Jajajajajaja, estas segura tata?-dijo riéndose.
-¡Claro, cuantos más seamos, mejor nos lo pasaremos!
Aetiss llama a Pere. Este lo coge al vuelo. Preocupado. No sabe nada de lo que pasaba. Aetiss empieza a hablar.
-Amor, ¿Quieres venirte de compras con nosotras?, te tenemos que contar muchas cosas…- dijo con voz no muy segura.
-¿Cari ha pasado algo?, está bien, voy, ¿Os recojo en la heladería vale?
-Gracias amor, te amo como a nadie.
-Yo más princesa.
Cuelgan. Pere se ducha. Se viste. Se arregla. Coge la puerta. Gira a la izquierda. Baja las escaleras. Corriendo. Busca la heladería de la Avenida Portugal. Dos calles más allá de donde vivía se encontraban ellas. Ahí están. Se acerca rapidísimo y preocupado. Algo pasa.

Ruptura


Esta bronca es de verdad. Ania y Raúl la están teniendo. Por culpa de él.
- ¿Cómo que me has puesto los cuernos?
- ¡Ya he dicho que lo siento!
- Eso no me vale. Raúl, se acabó.
Raúl se queda con cara de estupefacción.
- A, ¿que me dejas? ¡Pues para que lo sepas, te dejo yo a ti!
- ¡Pues vale!
Y como ha dicho Anastasia, se acaba. Se va cada uno por un lado de la calle, en direcciones opuestas.
Ania está triste, muy triste, y dolida. Extremadamente dolida. Pero no lo demuestra. Raúl, sin embargo, no siente nada. Le da igual. Ya tiene a otra, así que, ¿para qué preocuparse?
- Aetiss, ¿te molesto?- pregunta Ania. Le acaba de llamar.
- No hija mía, ¿qué pasa?
- Ahora te lo cuento. En la heladería de siempre en diez minutos.
Cuelgan. Aetiss está preocupada. Se despide de Pere y se va a la heladería.

sábado, 8 de octubre de 2011

Buenos dias..



Está amaneciendo. Habían dormido en la terraza. Por parejas. Sale el sol. Se escucha una voz diciendo; ¡el desayuno! Es Pere, ha preparado el desayuno para todos. Aetiss se despierta, mira hacia todos los lados, no está Pere con ella. Va corriendo a la cocina. No hay nadie. De repente alguien le susurra al oído.
-¿Me buscabas princesa?- dijo con tono soñador.
-Por supuesto mi príncipe.- dijo soltando una carcajada.- ¿Dónde está el
desayuno imperial?
-En la mesa, señorita. ¿Quiere que le lleve a caballito hacia allí?-dijo esperando un sí.
-Me lo tendría que pensar-dijo en bromas- jajajaja claro que si cari.
Pere la coge. Las manos se quedan más abajo que la cintura.
Un escalofrío recorre el cuerpo de Aetiss. Le gusta que le acaricie. Le gusta que le susurre. La lleva hasta el salón. La sienta en el sofá. Va directo a despertar a los otros dos.
-¡Familia que es hora de despertarse ya!-dijo chillando y riéndose.
-Un ratito más, que se está muy bien abrazando a Raúl- dijo Ania.
Raúl se despierta. Mira a su chica. Se besan. El beso de buena mañana. Los dos medio dormidos. El sol ya ha salido. Es hora de ir a dar un paseo.
Raúl y Ania se levantan. Van hacia donde esta Aetiss, ya comiéndose una tostada con nocilla. Pere le quita el trozo que tiene en la mano.
-Ahora tienes que comer de aquí.- dijo poniéndose la tostada en la boca.
-jajajaja por mi perfecto eh…- dijo con tono picaro.
Aetiss se acerca. Muerde la tostada. Se llena los labios de nocilla. Pere se la quita con sus labios. Son carnosos. Dulces. Tiernos. Salvajes. Todo en conjunto es una explosión de sabores. El mejor desayuno de todas sus vidas. El primer amanecer que ven juntos las dos parejas. El primero, de muchos.

Pelicula,miedos,estrellas..


-Solo tengo dos sacos de dormir- Dijo Pere mirando a Aetiss. Ella le sonrío.
-Pues habrá que repartirlos, Ania y yo nos quedamos con los sacos, y vosotros os peláis de frio.
-Si hombre y una mierda. Mejor os coséis unos jerséis con vuestros dotes de amas de casa.- Dijo Raúl.
Anastasia le da una colleja. Le hace la zancadilla y le tira al suelo. Lo agarra de los pies y lo arrastra hasta el cuarto de baño. Lo golpea. Y Aetiss se ríe a carcajadas junto a Pere.
-No hagáis nada raro.
-No prometo- grita Anastasia.
Pere y Aetiss comienzan a buscar los sacos. Ponen la película. Ambientan la sala. Anastasia y Raúl vuelven despeinados. Distribuyen los sacos, a uno por pareja. Empieza el espectáculo. Los cuatro se apretujan en sus lechos. Un grito rasga la noche. Anastasia se tira sobre los brazos de Raúl. Este la abraza. Aetiss se ríe, pero siente temblar a Pere a su lado.
-¿Tienes miedo?-le pregunta.-Yo te protegeré.
-¿No tendría que ser al revés?- pregunta con miedo.
-Sí, pero el que esta cagado eres tú, no yo.- dijo con tono sarcástico.
Los dos se ríen, y miran a sus amigos. Se están liando. Como de costumbre. -Podéis guardaros algo para el resto de la noche, que no se acaba el mundo.- dijo Pere. Raúl hace un gesto con la mano, diciéndole que les deje en paz.

Pere se encoje de hombros y ayuda a Aetiss a levantarse. Salen a la terraza. Y una música ambiental les envuelve. Pere abraza a Aetiss por la espalda. Le besa el cuello. Ella se estremece con un escalofrío. Rota sobre sí misma y apoya su cabeza en el pecho de él. Se agarran de la cintura y empiezan a bailar. La noche es estrellada. De repente un ruido se escucha. Es Ania, chillando. Hay un escarabajo en el saco de dormir. Salen corriendo hacia la terraza. Se ven unas vistas espectaculares. Toda la isla se ve desde allí. La luna. Las estrellas. Ellos. Simplemente, Amor.

Una cena divertida...



Después de una grata tarde, se fueron a cenar al McDonald’s. Pere abre la puerta. Duda de si empujar o tirar, siempre pasa. Van a pedir. Piden patatas. Siguen el camino que marcan esos pasillos. Se sientan. Abren las patatas. Raúl le pone una patata en la nariz a Ania, esta sonríe. Aetiss aprovechando el despiste de Pere, que reía sin parar, le tira un trozo de hamburguesa llena de kétchup. Se forma una tremenda guerra entre las dos parejas, chicos contra chicas. Unos clientes de cerca, se quejan de los ruidos, y les tienen que llamar la atención. Raúl y Ania se miran pícaros. Se abrazan. Se besan. Pere y Aetiss salen a la parte de afuera, para dejarles un poco de intimidad…
-Cariño, he estado esperando este momento toda mi vida…- le dice Pere con ganas de besarle.
-Te aseguro que yo más, era lo que más deseaba en el mundo, verte, sonreírte, besarte, abrazarte, susurrarte, cogerte, pegarte, tenerte a mi lado, cerquita- Dijo acercándose lentamente a su boca.
El beso mas esperado llega. Sonrisas. Miradas. Caricias. Susurros. Mordidas en los labios. Se alejan. Se vuelven a ajuntar. Nunca habían disfrutado tanto de un beso. El beso que han estado esperando durante meses. Por fin ha llegado. Esta aquí.
Raúl y Ania se dan cuenta, por fin, de que la parejita se había ido fuera a tomar el fresco y van ellos también.


-Bueno qué parejita, ¿nos vamos a casa de Pere a ver una película o qué?- dijo en tono de querer interrumpir. Sin duda, lo hizo.
-Vale- dijo Pere apartándose de la boca de Aetiss y con un tono de romanticismo.
Las dos parejas, el cuarteto espectacular, la familia única y pura, se fue caminando hasta la casa de Pere. Suben escaleras. Giran hacia la derecha. En el 1º3ª. Ahí es.

Algo más que amistad...



Anastasia y Raúl. Feliz pareja. Mejores amigos también, solo diferenciados por un beso dado a tiempo. Todo sucedió un lunes de verano del año pasado. Estaban juntos en la plaza. Picándose como siempre.
- Qué feo eres. Y encima te has cortado el pelo.
- ¿Yo feo? Fue a hablar aquí, Miss Mundo.
Ella lo empuja, tirándolo del banco. Él se levanta y va a donde ella, pero Ania ya se ha ido corriendo. La persigue durante tres calles. Es muy rápida. Su entrenamiento ha cundido. Él también es deportista, pero ella es más ágil. Finalmente, en un cruce, la alcanza. Salta sobre la muchacha, haciéndole perder el quilibrio. La agarra de la cintura antes de que se caiga. Ella se sostiene de su cuello, y sus rostros quedan muy juntos. Los ojos azules de él se pierden en los ojos verdes de Ania. Se miran la boca, y ambas se unen con sentimiento. Es un beso largo, sonriente, inexperto, inesperado, pero correspondido.
Se separan riendo.
- ¿Qué ha pasado?
- Dímelo tú, feo.
- Anda vamos – dice cogiéndole la mano.
Se alejan en el horizonte, riendo y hablando como si nada hubiera pasado. Pero saben que nada será igual. Esa amistad se ha roto, para mejor.
Y así llegamos a nuestro momento, un año después. Anastasia y Aetiss se cuentan mil cosas. Sus notas, sus experiencias, sus penas, sus alegrías. Como casi hermanas que son, no tienen secretos.

- ¿Has traído la cámara de fotos no? – pregunta Anastasia.
- Jajaja, claro que sí.
Se acercan a sus chicos y empiezan a sacar fotos como si no hubiera mañana. Quieren inmortalizar todos los momentos en que estén juntos. Caras divertidas, miradas felices, sonrisas sinceras. No se pueden creer que estés los cuatro otra vez. La familia más pura nunca vista. Compuesta por cuatro miembros. Ni más, ni menos.

El sol de Mallorca..


Seguidamente se van los dos a la playa de S’illot, un pueblecito de por allí.
-¿Te han dejado venir tus padres?- pregunta Pere todavía asombrado de su llegada.
-Sí, se lo pregunté ayer, y en cuanto me dijeron que si, vine.- Contesto ella con una sonrisa de oreja a oreja.
Se quitan la ropa. Llevan bañador debajo. Aetiss llevaba un biquini de color blanco con rallas rojas y un brillantito en la parte de abajo, costado derecho. El llevaba unos pantalones azules con un león blanco dibujado en la parte derecha. Estiran la única toalla que han traído. Se tumban. El sol de Mallorca es abrasante. De repente suena el móvil de Pere. Es Raúl, su mejor amigo.
-¡Hey tío! ¿Como estas?- pr
eguntó Raúl, con el típico tono de conversaciones entre machos.
-¿Yo?, Mas bien no podría estar- dijo guiñándole el ojo a Aetiss.
-¿Estas por S’illot?
-Si-contesto Pere rápidamente.


-Genial tío, ¿Estas en la playa de siempre verdad?- pregunto con mucha curiosidad.
-¿Tu que crees niño?- dijo Pere soltando una carcajada.
-Bueno tío voy para allí con Anastasia, y os hacemos compañía.
-Vale hermano, te espero.- dijo con una voz graciosa.
Cuelga el teléfono. Mira a su chica. Ahí estaba, después de tanto tiempo esperándola. Enfrente de él. Su sueño hecho realidad. Tiene los ojos más bonitos, pensaba. Pere hizo un gesto como de maldad, la volvió a mirar y…
-¿Sabes que cariño?
-¿Qué moreno de mi alma?-pregunto Aetiss con la mayor de las sospechas.
-¿Tienes calor?-pregunto Pere con cierta picardía.
-Un poquito bastante- dijo soltando u
na carcajada- ¿Y tú?
Pere al escuchar eso, la cogió, rápidamente, sin contestarle, y la llevó en brazos hasta el agua.
-¡No, no, no, no, no, no, no!- repetía ella riéndose- ¡Por favor no!
-Si, si, amor venga va a la de una, dos, tres.-Dijo el con aire de decisión.
Los dos se capuzan dentro del agua. Salen lo antes posible. Pere se queda mirando a Aetiss. Su forma de reponerse el pelo le encantaba. Su forma de pegarle cuando estaba medio enfadada. Esa sonrisa picara que le salía cuando le cogía la mano. Se acercan lentamente. El puso las manos en su cadera. Ella las puso en su espalda. Que bonito era todo aquello. El amor siempre triunfa…
Pasados 25 minutos de estar en el agua, deciden salir a tomar un poco el sol. Levantan la cabeza. Ahí estaban. Los mejores amigos de Pere. Cogidos de la mano. Se acercan rápidamente. Chillando.

-¡Hola!- dijo Anastasia con una felicidad que no se la aguantaba.
-¡Hola mi niña!-Dijo Aetiss nada más verla.

Un reencuentro, especial



Había sido un largo viaje. Pero por fin había llegado. El sol de Mallorca se refleja en el pelirrojo pelo de Aetiss. Sus ojos marrón verdoso buscan la casa de Pere. La encuentran. Se dirige hacia la puerta. Le llama al móvil.
- ¿Sí?
- Hola cosa, ¿bajas?
- ¿Dónde estás?
- En tu casa – sonríe ella.
Dos minutos más tarde, alguien abre la puerta. Está moreno, aunque el verano apenas haya empezado. Tiene el pelo algo más corto y su sonrisa le ilumina el rostro. Le brillan los ojos de felicidad. Ella se aparta un mechón de pelo de la nariz. Se acerca. Le abraza.
Despacio, dejando sentir cada fibra de su ser. Dejando que sienta cada latido de su corazón. Le besa el cuello. Lentamente. Siente su olor, su calor. Poco a poco, se acerca a su boca, pero no le besa. Pega su frente contra la de él. Y se quedan así, inmóviles, Dios sabe cuánto rato. Tímidamente, él se acerca. Sus labios se rozan, en un chispazo de picardía. Aetiss sonríe, cierra los ojos, y se deja llevar por ese beso que no llega. Un beso cargado de emoción, de risas, de llantos, de espera. Un mar los ha tenido separados durante meses, y ahora, por fin, se hacen uno nuevamente. La agarra de la cintura, y la atrae hacia sí. La muchacha le acaricia el pelo. Él le acaricia la espalda. No tienen prisa. Se acabó la espera, la impaciencia.
Poco a poco, se separan. Se miran. Aetiss está llorando.
- ¿Qué pasa? – pregunta Pere.
- Que te quiero.