
Esta bronca es de verdad. Ania y Raúl la están teniendo. Por culpa de él.
- ¿Cómo que me has puesto los cuernos?
- ¡Ya he dicho que lo siento!
- Eso no me vale. Raúl, se acabó.
Raúl se queda con cara de estupefacción.
- A, ¿que me dejas? ¡Pues para que lo sepas, te dejo yo a ti!
- ¡Pues vale!
Y como ha dicho Anastasia, se acaba. Se va cada uno por un lado de la calle, en direcciones opuestas.
Ania está triste, muy triste, y dolida. Extremadamente dolida. Pero no lo demuestra. Raúl, sin embargo, no siente nada. Le da igual. Ya tiene a otra, así que, ¿para qué preocuparse?
- Aetiss, ¿te molesto?- pregunta Ania. Le acaba de llamar.
- No hija mía, ¿qué pasa?
- Ahora te lo cuento. En la heladería de siempre en diez minutos.
Cuelgan. Aetiss está preocupada. Se despide de Pere y se va a la heladería.
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